Tomo I Monterrey
Noviembre 15 1887. Número 5.
Quincenal de literatura, social moral y de variedades
Dedicado a las familias.
A LA LUNA
Ercilia García
Mi mente soñadora
Que admira la belleza
Hoy piensa dedicarte
Sus trovas con amor.
Mi lira pulso ahora
Perdón si la tristeza
Me hace consagrarte
Un himno de dolor.
_
Yo quiero, luna bella,
Que sepas los pesares
Que crueles acibaran
Mi triste corazón.
Luchando con mi estrella
Te envío mis cantares,
Que a impulsos ¡ay! brotaron
De mi única ilusión.
_
De Diana los fulgores,
Asoman por Oriente;
Se escucha en la campiña
Fantástico rumor.
El ave entre las flores
Cantando dulcemente,
Suspira cual la niña
Que llora por su amor.
–
Mi alma entristecida
No admira este paisaje,
Que a poetas soñadores
Les presta inspiración
Que solo ¡ay! En la vida
Del mundo en el oleaje.
Desgarran los dolores
Mi pobre corazón.
–
El sol al despedirse
Da encantos a Natura,
Que todo ser que siente
Lo sabe idealizar
Mi alma al confundirse
Al mal que la tortura
Siguiendo su corriente
No puede, no, gozar.
–
La luna silenciosa
Que alumbra tristemente
Cruzando el firmamento
Con mucha lentitud,
Disipa presurosa
La bruma que inclemente
Tortura al pensamiento
Con cruel ingratitud.
–
Yo adoro, luna hermosa,
Tus célicos fulgores,
Tu luz amarillenta,
Tu opaca claridad;
El aura rumorosa
Que juega entre las flores…
Y mi alma se alimenta
Con tanta variedad.

