Tomo I Monterrey
Enero 15 1888. Número 9.
Quincenal de literatura, social moral y de variedades
Dedicado a las familias.
A la distinguida poetisa
Enero 9 de 1888
Ercilia García
Sra. Julia G. de la Peña de Ballesteros.
Voy á pulsar con alma entusiasmada
Mi insonoro y tristísimo laúd,
Y en sus notos decirte emocionada
Que es sincera hacia ti mi gratitud.
―
¡Poetisa angelical! de cuya lira
Brotan célicas notas de placer;
Y á cada nota el corazón suspira
Y se siente de dicha estremecer.
―
No puedes comprender lo que yo siento
Cuando escucho tus cantos seductores;
Eres cantora tú del sentimiento
Y mitigas del alma los dolores.
―
Yo ser tía un pesar indefinible,
Mis ojos eran manantial de llanto;
Mas ese negro afán, tenaz y horrible
Disiparlo supiste con tu canto.
―
Porque el destino con su saña impía
Cruel se complace en desgarrar mi alma;
De luto cubre la existencia mía
Sin encontrar el corazón la calma.
―
Y cual tú, yo buscaba un ser querido
Que endulzara mis horas de amargura,
Reanimando mi espíritu abatido
Con su leal amistad y ternura.
―
Y ese ser eres tú, que me comprenda,
Y confío en tu amistad, Julia querida,
Por ventura te hallé en mi triste senda
Y doy gracias á Dios reconocida.
―
La esperanza, esa maga seductura,
Faro de luz que nuestros pasos guía
Que esperara, me dijo bienhechora,
Y tranquila esperaba noche y día.
―
¡Amistad! esa flor pura y lozana
Que esparce suave divinal fragancia
Nos une, sin temor de que mañana
Nuestro lazo desate la inconstancia.
―
Y esa flor que jamás deshoja el viento
En el jardín del alma se cultiva;
La riega sin cesar el sentimiento
Y se mantiene en su tallo siempre viva.
―
Tu debes comprender, mi dulce amiga
Lo que vale esta flor tan delicada,
Los pesares piadosa ella mitiga
Y para ti lo tengo bien guardada.
―
Y ya que de Amistad en los altares
Te ofrezco mi cariño y simpatía,
Un recuerdo te mando en mis cantares
Acéptalo porque es el alma mía.

