Tomo I Monterrey
Mayo 1 de 1888. Número 14.
Quincenal de literatura, social moral y de variedades
Dedicado a las familias.
La amigas
(Continua.)
María Garza González
Cuarta carta de Enriqueta.
Linares, Junio de 83.
Mi tierna compañera:
¡Cuánto placer esperimento cada vez que leo tus cartas! En alas de mi fantasía vuelo á esa mi querida Monterey, y veo con los ojos del alma aquellos parajes que me son tan queridos; con tus descripciones asisto á las fiestas, paseos y tertulias que pasan, y que me haces favor de reseñarme con notable oportunidad y acierto.-
Cuando más melancólica estoy, por los recuerdos de otra época más feliz que pasó para ya jamás volver, vienen tus eficaces pormenores á ser un bálsamo á mi alma contristada: son noticias que estoy ávid de obtener.
No dejes de continuar de la misma manera, mitigando mis cuitas con tus vivificantes palabras; háblame siempre así, yo te agradezco en lo más íntimo de mi alma que me tengas al tanto de las novedades que haya en la metrópoli fronteriza, y me hagas una detenida explicación de las modas que estén en uso.
Ahora no he salido á ninguna parte, pero es casi probable que en estos meses del verano los pase en una de las haciendas por aqui se siente con exceso el calor; mi enfermedades se han hauyentado un poco, aunque no del todo; pero ya casi ni las siento, porque son tan buenas las familias de esta población, que me procuran distracción y no me dejan sola un momento, para que deseche mi melancolía; yo por mi parte procuro complacerlas, tanto por la bondad que me manifiestas, como por la tranquilidad de mi esposo, quien no perdona medio por mi salud y contento.
Próximamente tendremos un magnífico sarao entre lo más selecto de la sociedad, donde pienso estrenarme un traje, y como deseo que se me arregle a mi gusto, te suplico me suscribas á La Moda Elegante, y encargues al Sr. Arteche, me haga favor de remitir con puntualidad los figurines ultimamente recibidos; de esta manera no temeré presentarme en reunión alguna, porque mis vestidos corresponderán con la categoría y época en que se usan.
Es muy ridículo presentarse una con un vestido que ya haya pasado de moda, y como yo siempre he ido con ella no puedo prescindir de esa costumbre.
Hasta otra vista. Tu amiga que te estima como siempre.
―Enriqueta.
CUARTA CARTA DE ELENA.
Corpus Christe, Julio de 83.
Mi querida Maria:
Grata es la noticia que tengo que comunicarte, porque no hay mayor placer que el ver el fruto de su trabajo, como en nosotros pasa, cual es el de no ser inquilina en la casa que habito, es de mi propiedad; hemos logrado con el asiduo trabajo hacernos de una regular finca de madera, porque no se consiguen de otras aquí, pero en buenas condiciones, y con facilidad de ensancharla para establecer un comercio si se le concede á mi esposo jirar por su propia cuenta.
Verdad es que él no cuenta con más patrimonio que su trabajo, pero disfruta de un regular sueldo y con actividad y constancia creo que muy en breve nos concederá el cielo mejorar de situación: además, desde que vivo á su lado ha cambiado su método de vida; por que solo y sin las exijencias de una familia se cuidaba poco de economizar; sus gastos eran muy crecidos, y hasta algo pródigo era con los amigos; en conpañia de éstos disipaba el sueldo que recibiera, sin reunir ní lo más minimo, pues bastaba apenas para sus gastos de soltero, los que no dejaban de ser gravosos con respecto á las asistencias que son escasas y se pagan á veces con exeso; pero ahora que trabaja con ahinco y ahorra en mi compañía, ha visto lo que se consigue con una vida arreglada.
No creas por esto que somos esclavos de una mal entendida codiciada de acumular riquezas privándonos de lo necesario para vivir, muy lejos estamos de pretender esto, por el contrario, buscamos comodidades y distracciones á la vida; asistimos á los teatros cuando hay alguna representación; á las reuniones y festines de las personas que nos hacen el favor de honrarnos con su amistad, y correspondemos como exije la buena urbanidad, sin traspasar los limites de lo posible.
Estas reuniones me son de interés, porque ejercito y mejor comprendo el ingles, pues casi no sehabla el castellano aunque lo comprenden, pero de preferencia se habla el idioma nacional; lo mismo que no olvido por completo el piano: me veo comprometida á cada momento á tocar; aquí les agrada mucho la música mexicana, por lo que ocupo mis ratos de osio en estudiar nuevas piezas.
Entre mis amigas cuento con la familia mexicana del General X. de la cual te hablaré en mi próxima.=Tu amiga.
―Elena.
(Continuara.)

