Tomo I Monterrey
Junio 1 de 1888. Número 15.
Quincenal de literatura, social moral y de variedades
Dedicado a las familias.
En la tumba de la niña
(CONTINUA)
Ercilia García
Marianita Garza Fernández.
Ya del ser al abismo de la nada
Descendiste por siempre niña bella,
Pero tu alma en la célica morada
Se refleja en el brillo de una estrella.
―
Se llora y se padece en esta vida
Y en el cielo se goza eternamente:
Los ángeles cual tu niña querida
Estar deben dó está el Omnipotente.
―
Tristezas y dolor y desencanto
A cada paso el corazón recibe:
En la tierra se sufre tanto tanto……
―
Dichosa tu que en perdurable calma
Gozando estás en la mansión de amores,
Que volaste á la gloria sin que tu alma
Sintiera de este mundo los dolores.
―
En la tierra dejaste corazones
Que tu ausencia los tiene comprimidos
Y te dirijen tiernas oraciones
Mezcladas con el llanto y los gemidos.
―
Duerme trauquila niña candorosa
Y lleguen hasta tí mis pensamientos
Que yo dejo en tu tumba silenciosa
La flor bendita de mis sentimientos.

