Tomo I Monterrey
Julio 1 de 1888. Número 17.
Quincenal de literatura, social moral y de variedades
Dedicado a las familias.
LES BAT ET DES VERS
(España)
Silveria Espinosa de Renton
El Mensajero alarmado
Va diciendo á las naciones,
Que las damas,
A pesar del mundo entero
en vez de zurcir calzones,
Están escribiendo dramas.
Y al entenderlo El Heraldo,
Va dando la voz de alerta.
Repitiendo en cada puerta:
¡No habrá quien cosa las medias!
No habrá quien nos guise un caldo,
Si hacen las damas comedias!
*
Y luego El Eco pasando
El ancho mar clamorea:
Ya no hay mujer que no sea
Literata!
¡Mil dramas están forjando,
Y esta epidemia nos mata!
Y en medio de la plegaria,
La noticia funeraria
Va corriendo:
Y desde el niño de escuela,
Hasta el galante Orihuela.
Van diciendo;
“Si estas nuevas no son bolas
De la gente,
No bajan de cien las damas
Españolas.
Que están escribiendo dramas
Actualmente”
“Mas si está de enhorabuena
Nuestra escena
Los varones
En vez de trajes de gala
Debemos vestir crespones,
¿Que estamos de enhoramala,”
Señor! por tus cinco llagas,
Reprende ese sexo impio,
Pues si da en hacer comedias
Quien Dios mio,
Nos remendará las bragas
Y las medias?
Mas ¡oh tendencia dañina,
La tendencia femenina!
Un placer,
Es el que haya en revelarse.
En replicar y obstinarse
En el mal toda mujer!
Llega á los Andes la nueva
Y las buenas hijas de Eva,
Al ori
Tan alarmante noticia,
Con refinada malicia.
Se pusieron á reir;
Y al saber que los varones
Gasas de duelo y crespones
Vestirán!
Y que á Dios piden reprenda,
Castigue, si no hay enmienda,
A las bisnietas de Adan;
Piden papel y tintero
Y llamas al cancionero
Alfaquí
Y por mostrar cuanto le odian
Sus mismos versos parodian
Bien ó mal diciendo así:
“Si estas nuevas no son bolas
De la gente,
Si pasan de cien las damas
Españolas
Que están escribiendo dramas
Actualmente
Cuando está de enhorabuena
Nuestra escena
Los varones,
En vez de trajes de gala,
¿Quisieran vestir erespones
Y enviarnos enhoramala?…..
¡Señor! por tus cinco llagas
Da por esposa al inpío
que nos vede hacer comedias,
Una que sólo, Dios mio,
Le sepa zurcir sus bragas
Y sus medias!
Una que vaya á su lado;
Sin hablar de otros asuntos,
Que de ese asunto elevado,
Portentoso,
De la ciencia de los puntos
De las medias de su esposo,
*
Una que nunca le diga,
Ni en verso ni en linda prosa,
Las palabras que prodiga
Con angelical dulzura
*
Niña esposa
*
Al dueño de su ternura:
Una lindísima prenda,
Sin alma ni entendimiento,
*
Un jumento
*
Que conozca su sendero,
Y los goces no comprenda
De la pluma y el tintero.
Da señor, á los varones
Que deploran la manía
De las damas,
En vez de negros crespones,
Esposas de cafrería,
Que no hagan versos ni dramas;
Mas al que acepte contento
Los versos de las mujeres,
Da una linda compañera
*
Que prefiera
*
Al brillo de su talento
La gloria de sus deberes.

